2. Clasificación de los embutidos
Existen diversas formas de clasificar los embutidos, pero la más habitual es según su proceso de elaboración. Esta distinción no solo afecta su sabor y textura, sino también su forma de consumo.
2.1. Embutidos curados
Los curados como el chorizo o el salchichón pasan por un proceso de secado al aire, que potencia sus sabores y les da una textura firme. Suelen consumirse en lonchas finas como parte de aperitivos, bocadillos o tablas de embutidos.
2.2. Embutidos cocidos
Productos como el jamón cocido o la mortadela se someten a procesos de cocción o escaldado. Su textura es mucho más suave y su sabor más delicado, siendo ideales para bocadillos o ensaladas frías.
2.3. Embutidos frescos
Son aquellos que no han sido curados ni cocidos, como las salchichas frescas o la butifarra. Estos deben cocinarse antes de su consumo, y son protagonistas en guisos y platos a la plancha.