5. Olvidar la correcta conservación
Una vez cortados, los embutidos comienzan a perder frescura, aroma y jugosidad. El contacto prolongado con el aire provoca oxidación y endurecimiento de la superficie, lo que afecta directamente a su sabor y textura.
Para mantener su calidad, es importante taparlos con film transparente o guardarlos en un recipiente hermético si no se consumen de inmediato. En caso de que se vayan a conservar más de unas horas, lo ideal es refrigerarlos, pero siempre sacándolos con antelación antes de servir para que recuperen su temperatura óptima.
En el caso de embutidos enteros como el chorizo o el salchichón, se recomienda envolver el corte en papel encerado y luego cubrirlo con papel de aluminio, evitando el uso de plástico directo sobre la pieza durante largos periodos para no alterar su sabor.