Envío gratis para pedidos de más de 100€ (Sólo en península).Croquetas de jamón: cómo elegir las mejores
Quizá te ha pasado: vas al supermercado o a una tienda gourmet, ves una bandeja con croquetas de jamón con buena pinta… pero luego saben a bechamel sin alma. ¿Te suena? Lo cierto es que no todas las croquetas compradas son iguales. Algunas están hechas con jamón real, leche entera y fritas en aceite limpio; otras, con restos industriales, aditivos y saborizantes.
Pero, ¿cómo saber cuáles valen la pena antes de llevarlas a casa? Hoy te contamos cómo elegir las mejores croquetas de jamón sin tener que ser cocinero ni experto.
Índice
El secreto está en los ingredientes. Si no puedes hacerlas tú, al menos asegúrate de que están hechas con productos auténticos:
1.1 Fíjate en la lista de ingredientes
Un buen consejo es leer la etiqueta como si fuera la receta que harías tú en casa:
Jamón serrano o ibérico: debe estar entre los primeros ingredientes.
Leche entera o semidesnatada: mejor que preparados lácteos o agua con leche en polvo.
Harina, mantequilla, cebolla: presentes en cualquier receta tradicional.
Evita: almidones modificados, potenciadores de sabor, grasas vegetales hidrogenadas o jamón mecánicamente troceado.
1.2 El orden de los ingredientes importa
Por ley, los ingredientes van de mayor a menor. Si el jamón aparece al final, ya sabes que hay poco.
Hay buenas opciones en los tres formatos, pero cada uno tiene sus particularidades:
Frescas (de carnicería o tiendas gourmet): Son las más artesanas. Si están hechas en el mismo establecimiento, mejor aún.
Refrigeradas (supermercado): Busca marcas que indiquen claramente el porcentaje de jamón.
Congeladas: Ideal si quieres tener siempre a mano. Solo asegúrate de que el aceite usado no sea de palma o girasol reutilizado.
Un consejo: muchas carnicerías hacen croquetas con los recortes de jamones que venden. Pregunta si las hacen ellos mismos: probablemente sean de lo mejor que encuentres.
No es solo cuestión de precio. El jamón ibérico da un sabor más intenso y graso, mientras que el serrano resulta más equilibrado y suave. Para paladares clásicos, el serrano es ideal. Para quien busca sabor fuerte y textura untuosa, el ibérico es un plus.
Cómo saber si una croqueta es de calidad antes de probarla
Aquí tienes 4 pistas visuales que puedes usar incluso antes de comprar:
Forma irregular: las hechas a mano no son perfectas, ¡y eso es buena señal!
Color dorado uniforme: significa que han sido fritas en aceite limpio.
Rebozado fino, no grueso ni demasiado crujiente: exceso de pan rallado puede ser para disimular poco relleno.
Si puedes ver el relleno, busca vetas de jamón reales, no picado en polvo.
Aunque no mencionaremos marcas específicas, estos son los lugares donde suele haber más garantías:
Carnicerías tradicionales: muchas preparan croquetas artesanas con restos de jamón de calidad.
Tiendas gourmet o delicatesen: ideales si buscas productos con sello de calidad.
Mercados municipales: suelen tener puestos que elaboran sus propias croquetas.
Supermercados locales o cooperativas: algunos ofrecen opciones sin conservantes ni aditivos.
Las croquetas de jamón pueden ser una delicia incluso si no las cocinas tú, pero no todas valen lo que cuestan. Leer bien la etiqueta, conocer el origen del jamón y saber interpretar el aspecto exterior son claves para acertar. Si puedes, apuesta por tiendas pequeñas y carnicerías que elaboren sus propios productos: suelen ser la opción más honesta y sabrosa.
En nuestra carnicería elaboramos croquetas de jamón con ingredientes de calidad y recetas tradicionales, para que disfrutes de un sabor casero, cremoso y lleno de matices. Puedes venir a vernos en tienda o hacer tu pedido online desde casa: te lo llevamos directo a tu mesa. ¡Pruébalas y nota la diferencia desde el primer bocado!
Guárdalas en la nevera en un recipiente hermético durante un máximo de 48 horas. Si quieres conservarlas más tiempo, lo mejor es congelarlas crudas, ya rebozadas. Colócalas primero en una bandeja sin que se toquen y, una vez duras, pásalas a una bolsa de congelación. Así no se pegarán entre sí y mantendrán su forma.
Lo mejor es usar horno o freidora de aire, nunca microondas, ya que este las ablanda.
Horno: 180 °C, 8-10 minutos.
Freidora de aire: 180 °C, 6-8 minutos.
Colócalas sobre una rejilla o papel vegetal, sin apilar. Así recuperan su textura crujiente exterior sin secarse por dentro.
Si están crudas, fíjate en el olor: si huele agrio, a fermentado o extraño, no la consumas. Si están ya cocinadas y huelen a aceite rancio o tienen un sabor metálico o amargo, es señal de mal almacenamiento o fritura en aceite quemado. También, si notas moho en el rebozado o líquido extraño en el envase, deséchalas.
Croquetas jamón serrano 12 uds
